lunes, 3 de marzo de 2008

¿DÓNDE NACE UN GUIÓN?

Esta es una pregunta muy complicada. Hay autores que tienen una fórmula para la búsqueda de la historia como por ejemplo Lars Von Trier que se impone una serie de requisitos para componerla (o por lo menos lo parece después de ver la broma que gastó con el manifiesto Dogma 95, sus películas posteriores y, sobretodo, el documental con capítulos de ficción Las cinco condiciones). Otros buscan la inspiración en las páginas de sucesos de los diarios, o quizás sentado en un parque o yéndose de putas como dijo aquel.

En mi caso cada proyecto ha tenido un nacimiento distinto. Con La Bicicleta el germen se encuentra en el relato de Cortazar Vietato Introdurre Biciclette. Estaba cursando un taller dedicado a la adaptación dentro del Máster en Guión de la FIA. Lo impartía Azucena Rodríguez y nos pidió que al día siguiente llevásemos un cuento corto a partir del cual trabajaríamos. Yo me puse a la búsqueda y encontré dos relatos, uno adaptable que no recuerdo cuál era porque no me interesaba, y el relato mencionado más arriba. Lo leí al resto de compañeros porque me había cautivado aún sabiendo que no se podría adaptar. Cuando acabé la lectura, Azucena me miró y me dijo: “Tienes razón, no se puede adaptar” y entonces yo empecé a contar mi experiencia cuando viví en Holanda y veía como en Amsterdam las bicis pasaban de mano en mano pues los yonkis las vendían muy baratas. A partir de ese momento la idea de un argumento por una bicicleta que pasa de mano en mano se instaló en mi cabeza. A lo largo del curso yo quería escribir un guión sobre presos FIES (Ficheros Internos de Especial Seguimiento), así que no sabía por cual decidirme.
En esa época yo vivía en el nº 99 de Primat Reig de Valencia. Una tarde, nada más salir de casa, empecé a pedalear por esa avenida y unos descerebrados que viajaban en un ciclomotor me lanzaron un huevo. Ese proyectil no me dio, pero me dio un susto de muerte pensar en qué habría pasado si me hubiese dado. Posíblemente habría perdido el equilibrio con el consiguiente peligro, que era hora punta y había mucho tráfico. Decidí escribir La Bicicleta a modo de venganza personal.

Cartel de la película.

Con Síndrome Laboral la cosa fue bien distinta. Yo me encontraba escribiendo una nueva versión del guión de La Bicicleta junto a Sígfrid Monleón. A él le plantearon la posibilidad de realizar un telefilme. En esa época se estaban dictando las sentencias del caso conocido como Síndrome Ardystil, así que Sígfrid propuso a la productora, Ítaca Media, este tema y aceptaron. Sígfrid me ofreció que lo escribieramos juntos. A los dos nos llegó mucho la historia de estas chicas que trabajaban en las condiciones precarias que dicta la economía sumergida, así que pronto hicimos la historia nuestra.

Carmelo Gómez e Isabel Rocatti.

Con Tropiezos de Soledad, el argumento se dio de bruces en plena calle. Era un día soleado y yo estaba de camino hacia la estación de tren del Cabanyal. Estaba a punto de cruzar la Avenida Ramón Llull cuando vi que en la isleta que separaba los dos carriles del tráfico una anciana tropezaba con el bordillo y caía al suelo. Me acerqué a toda prisa, la intenté levantar pero no podía solo. Pronto varios peatones me ayudaron, entre ellos una pareja de “makinetos”. Yo era incapaz de preguntar nada, el sonido seco de la cabeza de la mujer contra el suelo me había dejado mudo. La chica “makineta” empezó a preguntarle a la mujer cómo se encontraba, si podían venir sus hijos a recogerla, que dónde vivía. La mujer les contaba entre sollozos y asustada, que no tenía hijos y que su marido no podía ayudarla porque estaba ciego. Finalmente, la pareja de “makinetos” se ofrecieron amáblemente a llevarla a casa. Una lección contra mis prejuicios. El caso es que continué hasta la estación de tren dándole vueltas a lo que había visto y, en la hora y cuarto que dura el trayecto de Valencia a Castellón, escribí el argumento del tirón.


Dos momentos del rodaje de "Tropiezos de Soledad"

Primer domingo de mayo tiene dos orígenes distintos. El primero se encuentra en un curso de Dirección de Actores impartido por Mariano Barroso. Yo pensaba que éste consistía en que el director de Extasis explicaría a aspirantes a directores a dirigir actores. Fui a la FIA a informarme y me ofrecieron realizar el curso gratis a condición de que yo llevara la cámara y filmara los ensayos de los actores. Acepté en el acto, y César Sabater me acompañó llevando el micro (tarea que nos turnábamos). Empezó el curso y me di cuenta de que consistía en que Barroso explicaba a los actores a cómo actuar ante la cámara. No fue una decepción porque realmente aprendí mucho de ver y escuchar las discusiones que surgían entre director y actores. Barroso les daba a las actrices (eran mayoría en el curso) una secuencia y en breves instantes debían abordarla como ellas consideraran. Hubo cosas muy buenas, pero la que más me llamó la atención fue la que a-bordaron Ferran Gadea y Pilar Matas. Ambos midieron a sus personajes y aprovecharon los elementos que les daba el texto a la perfección. Mientras enfocaba a Pilar me decía a mí mismo que me gustaría trabajar con ella algún día. Hasta aquí el primer origen.
El segundo surgió sin buscarlo lo más mínimo. Me encontraba trabajando en unos guiones que me absorvían mucha energía. Estaba algo cansado y dos imágenes me asaltaron. La primera eran unos pies de mujer calzados con zapatos baratos que caminaban apresurados. Esta imagen desapareció del planing tres días antes del rodaje. La segunda se encuentra en el ecuador del corto y no la voy a desvelar por la importancia que juega en la historia.
A partir de ese momento empecé a escribir el guión pensando a donde iban esos pies, que obviamente pertenecían a Pilar Matas, y por qué hacía lo que hacía en esa secuencia de la que guardo absoluto silencio. El resultado se podrá ver pronto.

Pilar Matas y Amelia, 2ª Foquista.

Hasta aquí puedo hablar de los guiones que he escrito o en los que he participado y se han llevado a cabo. ¿Cómo nacerá el próximo guión? No lo sé, aunque pienso mucho en dos adaptaciones de novelas. Tal vez por el camino haya otro alumbramiento inesperado. Si se da el caso os avisaré.

Salut!!

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