jueves, 20 de noviembre de 2008

Críticas a Acción Directa

De nuevo a la carga con Acción Directa. Durante los meses de diciembre, enero y febrero se van a realizar las grabaciones de la segunda temporada. En estos momentos nos encontramos recabando información aunque ya hay algunos aspirantes que despiertan nuestro interés. Estoy preparándome para viajar. Esto resentirá la frecuencia de los posts pero cuando se escriban irán acompañados de crónicas de los viajes en que me vea enfrascado. Valdrá la pena, eso espero, pues encuentro en la red críticas a este pequeño programa que cuenta con un público fiel... siempre el mismo dilema: calidad frente a cantidad.

La primer crítica la encuentro en Las cosas de Antoine:


Según leo en los blogs, hace tiempo que estaba pendiente de estreno una serie que por fin ha visto la luz en TVE. Y bendito sea el momento en que por fin se decidieron a emitirla. Se llama “Acción Directa” y resulta difícil de definir, porque no es una peli, aunque algo de ello tiene; ni un “reality”, aunque hay jirones de su destilería en el formato; y no es sólo un modo de homenajear a las ONG’s que trabajan en silencio por lo más remoto del mundo, aunque a priori ese sea su propósito.

“Acción Directa” refleja el trabajo de una panda de "locos" que dejan lo mejor de sí mismos en la mejor de las edades para entregarse allá donde no hay nada. Todas protagonizadas por gente “normal”, entendiendo en ese apelativo a vivencias que perfectamente podríamos cruzarnos camino del trabajo, rutinariamente confundidas con otras que no se exponen. Chavales que en su insensatez marcha a ayudar a quienes nada tienen, movidos por una inquietud que les marca y ante la que rebelan su alma, bien al contrario que tantos de nosotros, que la adormecemos…

Tres historias, media hora, tres cámaras, tres denuncias, mil sensaciones. La primera protagonizada por los “Bomberos sin Fronteras” tratando de salvar vidas en el terremoto en Pisco (Perú) y repartiendo la escasa ayuda humanitaria que llegaba. No sé si piden excedencias en sus trabajos, si sus Ayuntamientos les conceden un margen o si encima han de pagar con sus nóminas un plus de generosidad, pero son verdaderos héroes. A quienes hayan podido ver el programa entenderán el porqué. Quienes tengan la ocasión de verlo el próximo miércoles, entenderán la razón…

La segunda historia, la de esa pareja que se marcha a la República Democrática del Congo, al corazón con venas más profundas de la selva, para tratar de sacar adelante un centro de recuperación de animales a los que se salva de una muerte segura en manos de cazadores y traficantes. Allí, una primatóloga española con el cuello hasta el chorro de chupetones de chimpacés les recibe, les enseña el entorno, sus irrisorios medios sanitarios… Y les regala su sonrisa y la de los otros voluntarios, pareja a la “aventura“ de impedir que soldados borrachos entren a robarles por las noches. El fin del mundo en una mala madrugada, o el principio si se regresa…

Tercera historia, la de una Asociación que trata de tender puentes en esa voladura constante que es el conflicto arabe-israelí, hasta cuyo epicentro viaja un joven de 27 de Valladolid, que nos presenta a quienes allí están desde hace tiempo tratando de encontrar soluciones que dignifiquen la vida de unos y rebajen la codicia histórica y bíblica de otros. La paz, elemento casi imposible y frágil allí donde un Cristo rezaba y predicaba. Lugar imposible en el que encontrar momentos para la esperanza, lleno de abusos e injusticias. Allí donde más difícil parece, es donde más hay que estar intentándolo, justo como si mañana un vaticinio divino nos adelantara un buen final.

En definitiva, una serie impresionante y maravillosa. Resulta casi un insulto que haya estado tanto tiempo esperando encontrar un hueco en TVE entre bailes, concusos, Cuentamés, deportes minoritarios y otro tipo de memeces. Vaya mi pequeñísimo homenaje en estas palabras a quienes la hicieron posible. Son los que están arriba en la foto. Si os fijáis, veréis un halo sobre sus cabezas. Es la corona. Son ángeles…


Me parece que Antoine cogió la foto de mi blog, y yo del Levante EMV. No es para tanto aunque se agradece esa idílica visión de unos trabajadores que cobraron su sueldo para hacer realidad el programa. Eso sí, con tesón, implicación y alegría.

La otra crítica la encontré en Intercambia.net y compartimos protagonismo con Ajuste de Cuentas de Cuatro. Hay hasta comentarios:

El pasado domingo a las 22:20 horas se estrenó el programa Acción directa. Creo que pocos lo debisteis ver ya que empezó con una modesta campaña de promoción. Yo ni me enteré hasta que tuve la suerte de toparme con él de rebote.

El programa narra viajes de voluntarios a zonas de conflictos. África, Palestina. Etc. Y lo hace de un modo en el que se entremezclan las historias que me resultó altamente agradable e interesante.

Me dejó con ganas de ver muchos más programas. De seguir las visicitudes de los protagonistas, de generar más empatía con los que ayudan y con los que son ayudados, de conocer sus mundos y quizás algún día animarme a seguirles.

Esa es la gente que merece los mayores respetos. Los que deberían copar los programas de sobremesa, a los que deberían prestar los micrófonos cada día.

Os lo recomiendo vívamente.

Y por otro lado quería recomendaros un programa que toca una de las temáticas de intercambia. Se trata de “ajuste de cuentas” de cuatro.

Tranquilos no es una peli del Van Damme. Se trata de un reality donde una familia con problemas económicos analiza sus gastos y buscan la manera de mejorar su situación financiera en base a las decisiones que toman.

Lo emiten cada viernes sobre las 21:40 horas. Ideal para entrenar las habilidades ahorrativas mientras comienza a notarse la crisis económica.

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