jueves, 24 de febrero de 2011

Secuestrados, una película de Miguel Ángel Vivas.


Mañana se estrena Secuestrados, el segundo largometraje de Miguel Ángel Vivas.

La pude ver en el Festival de Sitges 2010. Fue la película que más me impactó del festival, una obra sin concesiones que te atrapa de la boca del estómago y no te suelta hasta unos 20 minutos después de salir de la sala. Por supuesto no te levantas hasta que han pasado todos los títulos de crédito y encienden las luces de la sala porque estás acojonado. Buscas con la mirada a tu acompañante, no sabes qué decir, miras a tu alrededor y te das cuenta de que el resto del público está como tú, conmocionado.

Hoy he vuelta a verla en un pase de prensa y aunque sabía el final y en qué momentos me iba a asustar, la sensación ha sido la misma, la digestión un poco más corta, pero la tensión durante los 82 minutos de proyección es continua.

¿Por qué consigue atrapar de esta forma al espectador?
1- Parte de una premisa sencilla, que unos extraños entren en tu casa y te secuestren junto a tu familia.
2- El guión va al grano y no se desvía de su objetivo.
3- Está narrada casi a tiempo real, 12 planos secuencia con cámara al hombro que hacen que el espectador sienta que es un rehen más.
4- No usa trucos como sonidos extradiegéticos para asustarte.
5- Los actores están completamente metidos en el papel, han olvidado la cámara y lo que sienten es un miedo real.

El director y los actores.


Destacar los efectos especiales tan elaborados y sutiles que ni te percatas que están y el trabajo de los actores, especialmente la familia secuestrada: Fernando Cayo, Ana Wagener y Manuela Vellés.

Creo que va a ser una de las películas de 2011, en el extranjero ya está siendo un éxito. Y os recomiendo que vayáis al cine a verla a no ser que tengáis un home cinema y una pantalla de 40 pulgadas, pues la experiencia no será la misma.



PD: Mañana Miguel Ángel Vivas publicará un artículo en GuionistasVLC.

1 comentario:

Jorge Ramiro dijo...

Excelente película, a Vivas los vi comiendo en unos restaurantes en buenos aires, al principio pensé que no era él, pero después lo escuché hablar y no hay dudas.